Este tramo de unos 12 kms ha sido utilizado por arrieros, así como en la trashumancia, hasta tiempos recientes. El trazado, de origen romano, fue ya en esa época señalizado y empedrado, con el fin de extraer de esta sierra el oro de Las Cabenes… sembrando viñedos, olivos y castaños ya milenarios, además de su lengua y cultura, lo que desembocó en un patrimonio cultural riquísimo para esta tierra. Lo hemos denominado “Camino de los enamorados” en memoria de los novios Hortensia y Kiko, oriundos de Pinedas, ya que el desenlace de su idílico amor tuvo lugar, precisamente, en este paraje de la “Pasaera”
En la época de la postguerra, alrededor de 1940, el trueque y la caza no sólo eran la moneda de cambio, sino el medio de subsistencia de mucha gente de esta serranía. Kiko, mozo cazador, alegre, que era hijo del tamborilero, esperaba ansioso en este paraje de las Pasaeras del río Alagón, entre Pinedas y Miranda, a que apareciese su amada, que se dirigía a Miranda a vender huevos, en el día señalado.
Era el mes de marzo y el caudal del río bajaba crecido por la intensa lluvia y deshielo. Hortensia, que era moza agraciada y emprendedora, padecía, sin embargo, de una pequeña cojera. Tras el encuentro amoroso en esta paradisiaca rivera, se pusieron a cruzar el río; pasando primero el caballero con su escopeta y la cesta de los huevos que depositó en la otra orilla, ya perteneciente al término de Miranda. Al volver en busca de su amada, suponemos que Hortensia, con el corazón latiéndole, ante las manos que le tendía su amado, mientras atravesaba la pasadera, con su pierna resbaló, cayendo al terrible cauce del Alagón. Kiko sin demora, se arrojó al río para intentar salvarla. Los cuerpos de los enamorados aparecieron ahogados. El del galán muy cerca de aquí y el de Hortensia, río abajo en La Pesga, las Hurdes, a 30 kms del terrible desencuentro, donde reposa enterrada.
De esta forma, con el nombre de Kihor pretendemos reivindicar esta pasadera, así como la reconstrucción de un puente firme, que al igual que en la época de los romanos, proteja a los senderist@s, al mismo tiempo que rinde tributo a estos dos desdichados enamorados.
El camino recorre de 10 a 12 km, con una bajada de 395 metros y con una subida de 246 metros. La salida recomendada del tramo es desde la plaza y fuente de Pinedas, desde donde se divisa una panorámica espectacular sobre la Sierra de Francia. Termina en el Castillo de Miranda donde existe un indicador para explicar la ruta y es sede de esta asociación. Estamos señalizando con tablillas, empleando personal con discapacidad. La ruta que atraviesa la Reserva Natural de la Sierra de Francia posee una fauna y flora protegida. Siendo este camino un lugar recóndito que acoge un paraje único, del que nos enamoramos. Sea respetuoso y guardemos la memoria de este camino de los enamorados Kihor. ¡Buen camino!